El péndulo implacable

Ten cuidado, pues llegará el día en que no escuches el vals de las flores, llegará el día en que no puedas ya abrazar a tu madre, a tu abuela o a tu esposa, llegará el día en que esta ineludible intrascendencia selle finalmente el camino recorrido, forjado por ese péndulo invisible que al final de cuentas se lo lleva todo.