La visita de la sombra de Ananda
Escribí este párrafo hace varios años. Lo encontré revisando papeles viejos antes de llevarlos al fuego de donde no habrían podido escapar.
"En la soledad intrascendente de los sueños llegó de nuevo una visita largamente esperada. Una visita con ojos y sonrisa. Una visita con labios sabor a tabaco y café con lijeros rizos castaños que se dejan mover por el aire de los jueves que tanto me hacen falta. Era la sombra de Ananda. Llegó de la nada, envuelta en una aurora apacible perceptible aun con los ojos cerrados; una de esas auroras que se puede invocar a voluntad cuando estamos solos y que nos llenan de dudas cuando no lo estamos. Que crueles son las logicas autoimpuestas, qué cruel es no darse la oportunidad de amar, cuando en la superficialidad de la ignorancia creemos que tal amor no tiene sentido. "
"En la soledad intrascendente de los sueños llegó de nuevo una visita largamente esperada. Una visita con ojos y sonrisa. Una visita con labios sabor a tabaco y café con lijeros rizos castaños que se dejan mover por el aire de los jueves que tanto me hacen falta. Era la sombra de Ananda. Llegó de la nada, envuelta en una aurora apacible perceptible aun con los ojos cerrados; una de esas auroras que se puede invocar a voluntad cuando estamos solos y que nos llenan de dudas cuando no lo estamos. Que crueles son las logicas autoimpuestas, qué cruel es no darse la oportunidad de amar, cuando en la superficialidad de la ignorancia creemos que tal amor no tiene sentido. "
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